Hoy en día, el tema del reciclaje y el cuidado del medio ambiente es un tema muy candente. Y es que cada vez son más las personas que están convencidas de lo importante que es cuidar nuestro planeta y cada día, se suman más a la causa. Para nadie es un secreto, que la industria textil es una de las que más produce, por ello, es tan importante que sepamos de dónde y de qué está hecha nuestra ropa.
También denominada como «slow fashion» en inglés o «moda ética», hace uso de materiales como fibras naturales, celulosa o proteinas que demás de tener una elevada calidad, son tejidos más gustosos para llevar en épocas de calor como en verano. La diferencia entre faldas de poliéster o faldas de verano hechas de forma sostenible por ejemplo de algodón o lino ecológico es tan notable que puede evitar la sudoración excesiva y evitar otra serie de desventajas como rozaduras en las piernas por ejemplo.
¿Por qué es tan importante apostar por la ropa sostenible?
Aunque a primera vista, puede parecer algo insignificante, lo cierto es que un pequeño gesto puede hacer la gran diferencia. Si decides optar por adquirir ropa sostenible, estás optando por el cambio, por el cuidado de nuestro planeta y por una práctica que puede revolucionarlo todo.
Conservación y un mejor uso de los recursos naturales necesarios para la fabricación de las prendas.
- Emplear material que sea mucho más fácil de reciclar.
- Minimiza los productos e insumos necesarios para la producción.
- Contiene materiales beneficiosos al tacto de quién la lleva.
- Por supuesto, un mayor respeto hacia los derechos laborales de las personas y empresas que crean las prendas.
¿Por qué debemos elegir la moda sostenible?
Aparte de ser dañino para el medio ambiente, algunas prendas contienen materiales que son dañinos también para el ser humano. Aunque, naturalmente no tienen unas cantidades preocupantes para nuestra salud, pero sí que hay personas, en concreto, niños, que han presentado erupciones cutáneas y reacciones alérgicas por estar en contacto directo con estas sustancias.
Según La Vanguardia y La Gran Época, algunas prendas procedentes de China contienen:
Nonilfenoles, que se hallan en los jabones industriales con los cuales se tratan los tejidos con los que se confeccionan las prendas, que afecta negativamente a la reproducción y al desarrollo.
El plomo. Se ha venido utilizando para teñir las prendas, y se ha demostrado que muchos menores han presentado erupciones cutáneas y reacciones alérgicas por estar en contacto con estas prendas.
Los ftalatos, en la industria textil los encontramos en el plástico, el ingrediente que se utiliza para confeccionar los logotipos de las diferentes marcas. Y estos materiales tienen la capacidad de modificar el sistema hormonal.
El formaldehído. Se utiliza para que las prendas tengan un efecto planchado y que no se forme moho en el momento del transporte de las prendas. Se ha demostrado, que la continua exposición a esta sustancia puede provocar náuseas, tos, irritación en la piel e incuso, ardor en garganta y ojos.
Como ves, no es ninguna broma el hecho de saber exactamente qué contiene tus prendas, de dónde proceden y cómo han sido fabricados. Debes estar alerta a las etiquetas y apostar por las prendas sostenibles. No solo por tu salud, también por el cuidado del planeta.