El ruido o contaminación sónica se conoce como una sensación para nada placentera que sienten las personas cuando son expuestas a ondas sonoras de alto nivel, ya sea en el hogar, oficina o en el medioambiente. Este efecto no es percibido de igual manera por todos, por lo que se define como algo subjetivo que causa molestias debido a la duración, nivel, calidad y tolerancia. En otras palabras, lo que para alguien es una experiencia desagradable para otra puede ser totalmente agradable o imperceptible. Sin embargo, existe un instrumento que sirve para absorber el sonido en caso de que esto sea un problema, se conoce como panel acústico y su objetivo es evitar el eco y la reverberación en ambientes cerrados.
La función de estos instrumentos no debe ser confundida con el aislamiento acústico, ya que, este último tiene el objetivo de evitar que el sonido exterior o proveniente de otro lugar ingrese a una determinada habitación. Por lo tanto, el panel acústico se encarga únicamente de acondicionar acústicamente el punto donde se encuentra el usuario.
Cómo funciona un panel acústico
Los paneles acústicos tienen un sistema fonoabsorbente gracias a la porosidad presente en los materiales de los que están hechos para disminuir la tasa de rebote dentro de un espacio determinado. La mejor manera de entender este concepto es imaginar un sofá, cojín o colchón, puesto que, están constituidos por componentes que absorben el sonido.
Este tipo de elementos pueden tener varios tamaños, colores y formas, algunos pueden ser rectangulares con medidas de 60 a 1 cm, mientras que otros son redondos con medidas de 60 a 100 cm. De esta manera, están diseñados para conservar el estilo o combinar con la decoración del sitio sin alterar la percepción de los demás. Su espesor puede ser de hasta 5 cm y tienen una base para colocarlos en el techo.
Los paneles acústicos están recomendados para habitaciones rectangulares debido al comportamiento que siguen las ondas sonoras. Además, es mejor colocarlos en la parte más larga del lugar para aumentar su efectividad mientras las personas están en el lugar. Algo que hay que considerar al momento de adquirirlos es que deben ser colocados de manera simétrica con la habitación y entre ellos, de esta manera se logra que las ondas reboten de manera exacta por toda el área y la incidencia en los oídos sea la misma, la idea es lograr una percepción neutral.
En el mercado existen varios paneles acústicos hechos de 100% fibra, lana de roca y espuma acústica pintados o con un acabado textil. Cada una está diseñada para un entorno diferente por lo que es mejor conocerlos y elegir el más adaptado a las necesidades del usuario.