Los correos de spam están siendo cada vez más abundantes a nivel global, saturando la bandeja de entrada en nuestra casilla de correo de forma cada vez más intensa. Parte de la culpa la tiene ChatGPT, que permite a las empresas y a los anunciantes online crear correos electrónicos publicitarios en cuestión de segundos y de forma gratuita. El bombardeo parece entonces estar asegurado.
Pero ¿a qué nos referimos exactamente con spam? Para entender mejor qué es spam, se trata de un término que se refiere fundamentalmente a la publicidad no deseada, y tiene una especial relevancia cuando esta publicidad adopta la forma de correos invasivos.
Está claro que a nadie le gusta recibir publicidad no deseada en su correo electrónico, así que a continuación preparamos una lista de técnicas que se pueden utilizar para impedir la invasión de correos de spam en la bandeja de entrada.
Usar dos correos diferentes
Una de las técnicas más habituales consiste en usar dos o más correos electrónicos distintos, y elegir uno u otro en función de nuestras necesidades. Por ejemplo, podemos tener un correo electrónico principal que compartiremos con nuestra familia o nuestros compañeros de trabajo, pero que no usaremos para suscribirnos a ninguna plataforma online.
En segunda instancia podemos tener otro correo electrónico para nuestras suscripciones. Es frecuente que los correos se filtren por vulnerabilidades en las bases de datos de las compañías donde nos registramos, así que recibiremos el spam en este segundo correo e impediremos que afecte a nuestra bandeja de entrada principal.
Darse de baja de las newsletters
Una segunda solución pasa por darse de baja de cada correo publicitario que recibamos. Se trata de un procedimiento que puede ser un poco tedioso, pero que minimizará de forma considerable la cantidad de correos de spam que recibimos, al menos cuando se trate de correos publicitarios legítimos procedentes de plataformas donde nos habíamos registrado.
Darse de baja de las newsletters –es decir, las listas de correo– funciona en las empresas que hacen un uso legítimo de los correos publicitarios, pero no tendremos esta opción en los correos de spam ilegítimos que tienden a inundar nuestra bandeja de entrada con publicidad no deseada. Sin embargo, no deja de ser una medida útil hasta cierto punto.
Activar los filtros antispam
Nuestros proveedores de correo electrónico –como Gmail o Yahoo– o nuestro software de gestión del correo –por ejemplo Thunderbird o Outlook– suelen tener incorporados filtros antispam con diferentes niveles de seguridad que pueden activarse o desactivarse según consideremos necesario.
Para minimizar el impacto de los correos publicitarios no deseados, entonces, nos conviene hacer un buen uso de estos filtros antispam y asegurarnos de minimizar el flujo de correos no solicitados en nuestra bandeja de entrada. Esto nos permitirá solucionar buena parte de nuestros problemas de spam con solo un par de clics.
Usar correos de Gmail o Outlook
Hay muchos proveedores de correo electrónico que podemos usar para gestionar nuestro correo, pero algunos tienen mejor capacidad de que otros para protegernos frente al spam. Por eso nos conviene elegir estos proveedores para reducir todavía más la cantidad de correos y legítimos que se escurren hasta nuestra bandeja de entrada.
Tanto Gmail como Outlook son buenas opciones para gestionar nuestro correo electrónico de forma segura, o, al menos, de la forma más segura posible. Otras opciones de terceros con menos alcance suelen tener menos medios para detectar los correos electrónicos fraudulentos, con lo que no son capaces de filtrar el spam con la misma eficacia.
Evitar las suscripciones innecesarias
Por más que tengamos una segunda cuenta de correo para nuestras suscripciones online, siempre es mejor no abusar de estas suscripciones para minimizar el riesgo de recibir correos fraudulentos. En este sentido, conviene no registrarse en plataformas si no es estrictamente necesario.
Dicho de otro modo: cuantas menos suscripciones online tengamos, mejor será. Debemos considerar que cualquier hackeo en estas plataformas puede hacer que un ciberatacante se haga con nuestro correo electrónico y nos envíe mensajes de phishing potencialmente peligrosos.